HASTA STEVE JOBS LO HIZO
- Jose Alcaraz
- 29 nov 2017
- 2 Min. de lectura

Si hacemos pan, y no tenemos una panadería donde venderlo, limitados estaremos. Otra cosa es ya si lo hacemos, y alguien lo vende por nosotros. Ahí no habría problemas de ningún tipo. Y si miramos más allá de simples barras de pan, podemos destacar el caso de Suavinex y Mercadona. Ambas empresas llevan trabajando juntas unas dos décadas, y ahora, se ha creado una nueva línea de productos llamada “Hippos Cares Baby”, como bien sabemos. Suavinex hace el pan, le pone nombre, y Mercadona lo vende.
En esta época que estamos viviendo, el punto esencial para cualquier empresa es la colaboración e interacción con el resto. Nutrirse al tiempo que nutrimos. No sería posible entender a la sociedad de hoy en día sin la colaboración interesada (o desinteresada). A unos les interesará vender lo que tú haces, y a ti te interesará que lo vendan. Es el mundo de los negocios, un panorama lleno de estrategias y acciones que repercuten unas en otras, en la que si nuestro “compañero” se beneficia, nosotros nos beneficiamos al mismo tiempo.
Suavinex, como empresa, lo sabe, y ante la falta de una tienda física propia, busca la colaboración en espacios reservados para el cliente como es el caso de Mercadona. Pero no solo en supermercados del estilo se mueve la empresa, sino que sus productos también son ofrecidos al público en establecimientos tan familiares como son las farmacias.
Hasta Steve Jobs en su día tenía oro en sus manos y no pudo beneficiarse de él hasta que no encontró alguien que le ayudara (beneficiara) a vender su Apple I en una tienda local. A partir de entonces, un juego de colaboraciones y beneficios mutuos entre el comerciante local y Jobs llevó al creador de Apple hasta donde todos conocemos.
Por lo tanto, y como conclusión, se puede decir que una empresa nunca será grande si no se nutre de otras y deja que otras absorban de ella para su crecimiento, pues su progreso, será el progreso propio.
Comments